Una de las suposiciones más comunes es que los perros recurren al pasto para aliviar los malestares estomacales. Esta suposición es correcta, pero no por los motivos que creemos.
Tendemos a pensar que nuestros peluditos usan el pasto como forma de sentirse mejor, como si fuese un remedio para que les deje de doler la "guatita", pero la verdad es que la razón es más nutricional que medicinal.
La fibra es primordial en la dieta de los perros, ya que les permite digerir la comida y tener una correcta evacuación de heces. Cuando los niveles de fibra en el cuerpo son bajos los procesos de digestión se ven afectados y, hablando coloquialmente, el perrito "se tranca".
El pasto ayuda a que las funciones corporales sean más efectivas y, al ser una buena fuente de fibra, sirve para mejorar el funcionamiento digestivo general ... además, a muchos peluditos les gusta su sabor.
Una de las explicaciones más sencillas a la pregunta "¿por qué mi perro come pasto?" es que simplemente les gusta. Los perros disfrutan de la textura y el sabor del pasto en la boca. De hecho, si te fijas bien, tu perro incluso puede tener un pasto favorito que es el único que elige consumir.
Si bien comer pasto puede no ser dañino, es importante que mantengas a tu peludito desparasitado, ya que al arrancar el pasto del suelo puede llegar a ingerir parásitos intestinales que se encuentran en el suelo por los residuos fecales de otras mascotas.